Transporte de mercancías perecederas
¿Qué es una carga perecedera?
Los bienes perecederos o urgentes son bienes que pueden perder sus propiedades y dañarse o depreciarse durante el transporte debido a diferentes factores: obsolescencia del propio artículo por incumplimiento de los plazos de entrega; violación de los estándares de temperatura a lo largo de la ruta o durante la carga y descarga; cambio de humedad. El transporte de carga perecedera siempre tiene un alto riesgo de deterioro y daños. Por lo tanto, existen características específicas y condiciones obligatorias que deben observarse durante el transporte: plazos de entrega, cierto nivel de temperatura, humedad, requisitos sanitarios e higiénicos. La carga perecedera debe estar marcada con señales especiales y transportada por transporte especializado durante el transporte. El marcado y la aplicación correctos de señales ayudarán a evitar disputas en caso de que el transportista viole las reglas para el transporte de mercancías perecederas.
Los productos perecederos incluyen:
- carnes y pescados;
- productos vegetales (verduras, frutas, bayas, algunas legumbres, etc.), productos alimenticios diversos (queso, conservas, verduras o frutas congeladas, productos lácteos, etc.);
- plantas, semillas, plántulas;
- caviar y morrallas para la cría de peces;
- carga médica (tejido vivo, bacterias, embriones, sangre, medicamentos, órganos para trasplante, etc.).
El transporte de mercancías perecederas puede realizarse por carretera, aire, mar o ferrocarril. Esta elección depende de varios factores: la situación financiera del cliente, la urgencia de la entrega, el tiempo disponible para el transporte, etc.
La legislación estableció un procedimiento especial para el despacho aduanero de mercancías perecederas, que permite liberar el transporte de la zona aduanera en el menor tiempo posible.
Truco salvavidas! Al transportar mercancías perecederas no solo es importante mantener las condiciones de temperatura y humedad, sino también revisar el sistema de ventilación para asegurarnos de que el aire fluye por todo el perímetro de la carrocería del vehículo y que no existen obstrucciones de ventilación.